A través de sus diversos capítulos y con argumentos bien fundados de especialistas en diversas disciplinas, este libro ofrece posibles respuestas o interpretaciones a las preguntas y cuestionamientos que surgen ante las extraordinarias y misteriosas ruinas de Calakmul.
El libro debe leerse de principio a fin si acaso se desea penetrar en las entretelas del universo de Calakmul. Aborda el aspecto social de la zona: quiénes fueron y cómo vivieron sus antiguos pobladores. Destacado lugar dentro de esta obra ocupan los textos de Ramón Carrasco, “Cronología e Historia” y “Religión”, pues él es el pionero, estudioso, conocedor, explorador, planeador y protector de los orígenes y del significado patrimonial de Calakmul. Carrasco nos explica la historia, los orígenes y la cosmogonía de sus habitantes desde la muy particular visión de los mayas, implicando con ello todo el simbolismo de la relación dialéctica “montaña-cueva”, tan importante en su concepción del mundo. La cabeza de serpiente, la canción del caracol, la garra del jaguar y la posibilidad de internarse en Xibalbá, el inframundo, en busca del umbral de la cueva para después ascender por la montaña y “escalar pretendiendo las estrellas”.
La parte artística, tan rica, original y vasta dentro de la cultura maya, y que tanto ha dado que hablar, es abordada por Omar Rodríguez, Simón Martín, Sylviane Boucher Le Landais y María Cordeiro. El arte maya ha contribuido a la historia universal con sus aportaciones a la arquitectura, astronomía, ingeniería, cerámica, escritura, muralismo y orfebrería: estelas, frescos, tumbas, cerámica y mascarones que, dentro de sus magníficas acrópolis, no sólo reflejan una finísima sensibilidad y un alto grado de conocimiento, sino que muestran el gran sentido estético que privaba en la región.