Tras cautivar a legiones de lectores de todo el mundo con la trilogía «El Ángel de la Noche», Brent Weeks «cimentó su puesto entre los grandes escritores de fantasía épica de nuestro tiempo» (British Fantasy Society) con la publicación de El Prisma negro y La Daga de la Ceguera, los dos primeros tomos de «El Portador de Luz». Ahora, por fin, llega el esperadísimo tercer volumen de esta saga espectacular, en el que se dan cita aventuras, magia, intriga, complots, traiciones, amores contrariados, un villano formidable y acción a raudales.
Mientras los viejos dioses empiezan a desperezarse y las satrapías se fracturan, la Cromería lucha a contrarreloj por encontrar al Prisma perdido, el único hombre capaz de detener la catástrofe. Pero Gavin Guile ha sido apresado por un viejo enemigo y ahora es esclavo en una galera pirata. Y lo que es todavía peor, ya no cuenta con la única cosa que lo definía como Prisma: la capacidad mágica de trazar.
Sin la protección de su padre, Kip Guile se tendrá que enfrentar él solo a un maestro de las sombras, al tiempo que su maquiavélico abuelo empieza a ponerlo todo en marcha para escoger a un nuevo Prisma e instaurarse a sí mismo en el poder. Con la ayuda de Teia y Karris, Kip deberá emplear todo su ingenio para sobrevivir a una guerra secreta entre casas nobles, facciones religiosas, rebeldes y una orden de asesinos ocultos en auge, el Ojo Fragmentado.