Un feroz búlgaro degüella a otro hombre, el gangster que asaltó el Hospital Rawson confiesa ante sus padres, una muchacha decide suicidarse pero antes llama al diario, siniestros fumaderos de opio se abren en la Boca, un nuevo delito –el robo de autos- se instala en la ciudad, un terrorista libertario revela su alma tierna ante el reportero Arlt. Estos son algunos de los hechos –asesinatos, robos, estafas, secuestros- que suceden en el Buenos Aires de 1927 y 1928 mientras el país aclama a Hipólito Yrigoyen y protesta por la ejecución de Sacco y Vanzetti. Un joven Arlt, cronista policial de Crítica y luego de El Mundo, acompañado de un fotógrafo, con un cigarrillo en los labios y un block en la mano, lo registra todo. Luego, en la redacción, convertiría cada suceso en una crónica espeluznante.
Las crónicas policiales de Roberto Arlt son deliciosos retratos de la mala vida porteña. También un friso de la ciudad tumultuosa y cruel. Por primera vez rescatadas, estas crónicas del reportero del crimen, son como el diario de un descenso al infierno urbano.
Una fascinante travesía por la ciudad negra, escrita con vitriolo por un joven Arlt cuya pluma ya era una filosa daga en la piel de la ciudad inclemente.
Este libro es un gran rescate: periodismo policial de enjundia y anticipo de las obras mayores de un novelista crucial. Además, un fascinante fresco de una Buenos Aires que ya entonces era la gran capital del crimen.