«El libro de Alberto es parte del camino que lleva recorriendo desde que le conocí. Transmite tantas lágrimas serenas como esperanza porque, si él ha logrado romper el silencio, ¿por qué no podemos hacerlo todos?». Cecília Borràs, presidenta de Después del Suicidio - Asociación de Supervivientes (DSAS).
La muerte de una persona querida siempre deja un vacío difícil de colmar. Si además esa muerte es por suicidio, se sobreponen a la tristeza y el dolor una serie de sentimientos que pueden ahogar a los que se quedan: culpa, angustia, rabia... Este libo parte de la experiencia íntima del autor, el deceso de su hermano Eduardo. En sus páginas, llenas de escritura personalísima, se describe con delicadeza, en nombre propio, el tránsito hasta la recuperación emocional de quien perdió por suicidio a su hermano mayor. Un relato al que Alberto suma el pesar de otras diez personas que han pasado por la misma experiencia que él. Es un grito contra el silencio que, con mucha frecuencia, sella esta pérdida.