Una brillante recopilación de relatos de no ficción de uno de los grandes escritores rusos de la actualidad.
En la Unión Soviética, los derechos de quienes habían cumplido condena por delitos políticos estaban seriamente restringidos: entre otras cosas, se les prohibía vivir a menos de 101 kilómetros de las grandes ciudades. En esa zona fueron naciendo una serie de pequeñas poblaciones, como la ciudad de Tarusa, que inspira la mayoría de los textos incluidos en este volumen. A medio camino entre la capital y las zonas rurales, es el lugar ideal para observar un país que, en palabras del autor, ha cambiado mucho en las últimas décadas, pero nada en los últimos doscientos años. Los relatos y ensayos incluidos en este volumen, basados en las experiencias de Ósipov como médico, tratan de las profundas desigualdades en la Rusia de Putin, del peso del pasado soviético y de la corrupción o la estupidez de la burocracia, pero sobre todo nos revelan la discreta humanidad de la gente sencilla.
Digno heredero de Chéjov, quien también ejerció como médico, Ósipov es una voz imprescindible de la literatura rusa actual. Traducidos a una docena de lenguas, sus relatos, tan crudos como extrañamente luminosos, conforman un gran retrato de la Rusia del siglo XXI.
«Ósipov realiza un diagnóstico preciso e implacable del espacio postsoviético.» Olga Merino (El Periódico)
«Me encanta la prosa de Maxim Ósipov. Empecé a releer sus historias y me di cuenta de que su literatura se lee ahora como una especie de diagnóstico: un diagnóstico preciso e implacable de la vida rusa.» Svetlana Alexiévich
«Ósipov es un excelente observador, con una percepción afinada de los lugares y las existencias cotidianas.» Ernesto Calabuig (El Cultural)
«Ósipov se dirige a nuestra conciencia y la llena de inquietud. Y es dentro de esta inquietud donde surge la posibilidad de la comprensión.» Soledad Puértolas
«Como ya hacía en su igualmente admirable libro "Piedra, papel, tijera", Ósipov, gran conocedor de la literatura rusa, pespuntea sus relatos sin cesar de citas (ya sean de Pasternak, Tolstói, Tsveáyeva...) junto a su mirada lúcida, a ratos tristemente irónica, aguda como el más feroz e implacable de los escalpelos.» Mercedes Monmany (ABC Cultural)
«Es la vida, la de la gente corriente que se enfrenta a la desigualdad, la corrupción, la ridícula y exasperante burocracia o a la incultura médica y general, la que protagoniza estas crudas e irónicas historias sobre una sociedad decadente, gris y melancólica, pero de la que Ósipov logra extraer reflejos de ternura, humor y humanidad.» Andrés Seoane (El Mundo)
«Envidio la capacidad de observación de Ósipov, también la ternura y el humor con el que narra situaciones que percibidas y descritas de otra forma serían de una crueldad insoportable. Ósipov tiene que ser un gran médico, de esos que te escuchan y te acompañan, es desde luego un gran escritor y a través de él podemos asomarnos con bastante desasosiego a la vida cotidiana de la Rusia de Putin.» Edurne Portela
«Observador agudo de la sociedad y sus congéneres, firmemente anclado a la materialidad de la existencia, irónico, antirretórico, Ósipov escribe como paseándose por las vicisitudes y los asuntos del día, alternando ahí la memoria y la reflexión.» Eva Muñoz (Cultura/s - La Vanguardia)