De repente, Dan Geary, que hasta hace unos momentos estaba rodeado de médicos y aparatos electrónicos que monitorizaban sus constantes vitales, se encuentra en medio de un paisaje de ensueño, rodeado de colinas, árboles y pájaros que cantan. Nunca había visto nada igual, pero sabe claramente qué es este lugar: el más allá.
Aunque aliviado por no estar encima de una nube tocando un arpa, sabe que le espera un viaje, un viaje hacia las montañas lejanas. Un viaje en el que no hay sendero, ni mapa, ni señales, y no hay nadie a quien preguntar. Aunque sea un lugar hermoso, Dan cae en la cuenta rápidamente: Estoy en el purgatorio.
En esta original novela, Michael Norton reimagina la idea de purgatorio, de un modo fiel a las enseñanzas de la iglesia. El protagonista, a medida que recorre aquel lugar, comienza a reconocer sus errores, comienza a ver en su verdadero valor la vida imperfecta que ha llevado, y se pregunta si alguna vez estará preparado para encontrarse con Dios. Sin tener ni idea de cuánto durará su viaje, va aprendiendo, mediante sus recuerdos y su encuentro con otros viajeros que se dirigen al Cielo, cómo desear el bien, cómo esperar y anhelar el amor.
Una cautivadora historia que atrapa al lector desde el primer momento, llevándole a examinar su propia vida a la vez que ve desplegarse la del protagonista. Un libro recomendado para todo aquel que no se sienta preparado todavía para morir (es decir, para todos nosotros).