Esta etnografía de los rituales posee una de las mayores virtudes: la posibilidad de observar in situ aspectos que no siempre están al alcance de la mirada del antropólogo. Independientemente del enfoque utilizado para su análisis, la sola descripción etnográfica abre la posibilidad de ser examinada por otros estudiosos con otra interpretación, ya que los elementos que acompañan la acción ritual no mantienen un único significado, según se demuestra en los 3 volúmenes que integran estos ensayos y que constituyen una verdadera develación de la tradición.