Después de su caída por la desobediencia al mandato de Dios sobre el árbol del conocimiento del bien y del mal, nuestra humanidad representada por Adán y Eva perdió su conocimiento Divino y su reconocimiento inherente de la verdad, y entró en la niebla del conocimiento humano, para hacer frente al nuevo reino al que fueron expulsados.
Tristemente, aun estando vivos, se les quitó de la vida el aliento de Dios y Su Divino conocimiento representado por la perfecta naturaleza moral y espiritual que poseían.
La separación de Dios es lo que es la caída. Ser desplazado de la conciencia de Dios a la autoconciencia. El estado actual de nuestro mundo afligido explica este hecho.
Para ayudarnos a recuperar nuestra integridad, es por eso por lo que Jesús, el hijo de Dios, vino a este mundo lleno del espíritu santo. Sopló el espíritu santo en Sus discípulos y nos dijo cómo recuperar el aliento de Dios y Su conocimiento divino para vivir nuestras vidas en la presencia de Dios en todo momento en este mundo.
El autor describe algunos pasos útiles que los seguidores de Jesús pueden tomar para lograr estas metas y recuperar nuestro reconocimiento de la verdad en estos tiempos oscuros y confusos.