Maggie Romer estaba a punto de darle a su nuevo jefe una lección que no olvidaría fácilmente. Desde el momento que absorbió su empresa y despidió a su amigo Sam, John Richard Worthington se convirtió en su enemigo. Pero parecía que aquel hombre tenía muchas facetas.Resultó que el guapísimo hombre con el que Maggie había estado saliendo, y al que había tomado por fontanero, no era otro que Worthington. Afortunadamente su interés por ella encajaba perfectamente en sus planes. Maggie había diseñado un programa informático con el que conseguiría que Worthington se sintiera irremisiblemente atraído por ella y, cuando cayera a sus pies, la venganza sería muy, muy dulce…