Traducida de los Textos
Originales en Hebreo y Griego
al Español por Casiodoro de Reina (1569) y cotejada con la revisión de Cipriano de Valera (1602)
Apoyada en el Nuevo Testamento de Francisco de Enzinas (1543) y en el Nuevo Testamento (1556) con los Salmos (1557) de Juan Pérez de Pineda
Y cotejada posteriormente con la traducción antigua de William Tyndale al Inglés (Nuevo Testamento de 1534) y con la Versión Autorizada (King James) de 1611.
La Palabra del Dios nuestro permanece para siempre (Isaías 40:8).