Hoy más que nunca tenemos el compromiso y la responsabilidad de hacer efectiva una educación cuya dirección debe proyectarse hacia el logro de la inclusión, la equidad, la sororidad, la solidaridad, la igualdad de derechos, la justicia, en definitiva, hacia la consecución del bien común y en común.
Pensar y reflexionar, desde una mirada crítica y repolitizadora, nos exige considerar, entre otros:
El impacto que la sociedad del momento tiene en las instituciones educativas, en sus miembros, en sus actuaciones y en sus decisiones.Las determinaciones derivadas de las políticas educativas, hermanadas con el ideario neoliberal.Los procesos de enseñanza y aprendizaje que pasan a mirarse en los espejos de los nuevos modos de trabajo de las empresas y los negocios.La devaluación del profesorado como agente social con autonomía intelectual.El emprendimiento capitalista como meta ideal de futuro.El fomento de procesos de des-socialización.El peso otorgado a las evaluaciones positivistas sesgadas al obsesionarse por lo que podemos cuantificar y jerarquizar y, por tanto, ignorando muchas otras variables de mayor complejidad y relevancia para entender los distintos contextos educativos.
En esta tarea de análisis, la teoría y la pedagogía crítica se nos presentan como el soporte epistemológico y de acción común y comprometida desde el que poder construir un proyecto educativo, político e inclusivo que garantice, como máxima isegórica, el reconocimiento y el bien común. Una utopía nada utópica.
Esta es la tarea que asumen las autoras y los autores de esta obra polifónica, comprometida con la justicia, la democracia y la igualdad de derechos.