«Bendecid a los que os maldicen» exclamó Jesús en su sermón de la montaña. Y ahí, sin darnos cuenta, empezó el sencillo «arte de bendecir» todas las cosas. Todas las situaciones. A todas las personas. Ese sermón de la montaña, eliminó cualquier ápice de resentimiento y de odio en quienes viven bendiciendo.
Un maravilloso libro para descubrir en cada instante de la vida, ante cualquier problema -y también ante las buenas noticias- la inmensa fuerza espiritual que supone aprender a bendecir. Para los demás, y también para uno/a mismo.