Este volumen contiene una abundante colección de inscripciones epigráficas halladas en monumentos sepulcrales del mundo griego, y ofrece una rica visión de uno de los géneros más sentidos y poco conocidos de toda la literatura antigua.
Las inscripciones conservadas en los monumentos sepulcrales constituyen el grupo más numeroso de todo el material epigráfico que nos ha legado la Antigüedad. En los sistemas de acomodación de los muertos, fuera el entierro (directo o en caja o sarcófago) o bien mediante incineración, se introdujo pronto la práctica de dedicar unas palabras conmemorativas de la persona desaparecida, primero en una piedra rudimentaria sobre el túmulo, después en una estela pintada y adornada con decoraciones en relieve, en estatuas y otros objetos. Estos escritos eran epigramas, composiciones de entre uno y ocho versos, sepulcrales, votivas u honoríficas, que tenían como función conmemorativa honrar y conservar la memoria del finado, y asegurar su pervivencia en el recuerdo de los vivos.
Este volumen reúne una abundante colección de estos epigramas inscripcionales griegos, que con toda seguridad son reales, y no composiciones literarias ficticias, pues nos han llegado en un monumento sepulcral. Es una selección efectuada a partir de varios miles de textos epigráficos conservados, basada en un criterio tipológico y temático: son representativos de todos los temas y motivos, los más bellos e interesantes desde el punto de vista literario, así como originales. Entre estos epigramas encontramos elogios de difuntos caídos en combate, expresiones de dolor por el muerto, datos biográficos, consolaciones, recordatorios de que la muerte es un destino común de todos, de que la vida es un préstamo que hay que devolver, que la muerte es un sueño eterno y otras reflexiones de la hora postrera. En conjunto reflejan los valores de la sociedad y la posición que en ella ocupaba la persona homenajeada (abundan los epigramas dedicados a médicos, gladiadores, atletas, sacerdotes y otras profesiones y oficios destacados). Sobre todo, ofrecen al lector una rica muestra de uno de los géneros más sentidos de toda la literatura antigua.