En los últimos años, se han dado cambios estructurales en la forma de impartir clases en los distintos niveles educativos. Hasta hace algunos años, los docentes solamente utilizaban gis y borrador para impartir una cátedra y algunos se apoyaban también en acetatos. Hoy en día, con la llegada del Internet, así como el uso cada vez más generalizado de computadoras portátiles y dispositivos como los cañones, algunos docentes tratan de aprovechar estas herramientas tecnológicas como apoyo a sus actividades de docencia. Por lo general, estos profesionales, generan ciertos materiales, documentos u objetos de aprendizaje tales como ensayos en un procesador de textos, desarrollo de un problema estadístico en una hoja electrónica, y lo más común, la presentación de diapositivas. Posteriormente, llega al aula y conecta su equipo de cómputo a un cañón, y realiza la exposición del tema con la ventaja que ahorra tiempo al no tener que escribir o desarrollar la información, y aprovecha el tiempo en explicar los conceptos. En algunos casos, dependiendo de la estrategia del docente, los alumnos deben copiar dicha información, o a manera de apoyo se les distribuye los archivos digitales de diversas formas, desde una impresión de las diapositivas, hasta el envío de éstas por correo electrónico. Por otro lado, el docente intercambia documentos y tareas por medio de su cuenta de correo electrónico, y es cuando suelen surgir una serie de problemas los cuales se describen más adelante, pero el punto principal es que se complica la administración de esta información.