Helen Keller. Nació en 1880, y antes de cumplir dos años de vida perdió la vista y el oído en el transcurso de una enfermedad. "Durante casi seis años", dice, "viví privada del menor concepto sobre la naturaleza o la mente, la muerte o Dios. Puede decirse que pensaba con mi cuerpo, y, sin excepción, los recuerdos de aquella época están relacionados con el tacto... No había una chispa de emoción o racionalidad en esos recuerdos clarísimos, aunque meramente corporales; podía compararme con un insensible pedazo de corcho. De pronto, sin que recuerde el lugar, el tiempo o el procedimiento exacto, sentí en el cerebro el impacto de otra mente y desperté al lenguaje, el saber, el amor, a las habituales nociones acerca de la naturaleza, el bien y el mal". Lentamente, aprendió los nombres de las cosas que podía tocar; aprendió a hablar y a escuchar con las manos. Aprendió a escribir y a mecanografiar. Fue admitida en el Radcliffe College, y allí curso estudios. Ninguna mujer de su época ha sido tan merecidamente celebrada.
Advertisement
Get insights into your website traffic, analyze your website's audience, and optimize your website for better results with Website Statistic.