Son malos tiempos para el humanismo, para la visión de una educación basada en la cultura antigua o tradicional. Vivimos en un mundo demasiado obsesionado por el presente, lleno de imágenes mediáticas, de una impresionante trivialización y vulgaridad. Todo eso va en contra de una educación basada en los valores antiguos. Hay una tendencia general a la vulgarización y a la mediocridad, pero en esto existe una gran responsabilidad por parte de los gobiernos. Piensan que educar sólo consiste en formar en destrezas, en lo rentable y en lo inmediato y se descuida algo tan importante como es la formación en la cultura, en las humanidades. Con la seguridad de quien sabe que es una causa difícil, pero que es necesario defenderla, este libro es una voz de alerta al actual descrédito de las humanidades. Una obra que recoge trabajos y pensamientos de García Gual sobre la utilidad de los clásicos y nos invita a la reflexión personal sobre estos temas y sus pervivencias. Una reivindicación de la memoria, la literatura y los estudios humanísticos.